Arrastrar el trasero es un comportamiento común entre los perros que a menudo indica un problema anal.
El ano puede obstruirse o lesionarse por una variedad de razones, lo que puede provocar el arrastre de los perros sobre el suelo.
Es recomendable visitar al veterinario para asegurarse que dicho problema anal no sea a causa de algo grave como alergias o parásitos.
Muchos dueños de perros recuerdan cierta situación al respecto. Estás sentado en tu sala con invitados cuando, de pronto, tu perro comienza a arrastrar su trasero sin pudor alguno sobre el suelo frente a todos.
Cuando se trata de situaciones vergonzosas de tu perro, arrastrar su trasero puede estar a la altura de rogar y acariciar la pierna de alguien. Antes de reírse, es útil averiguar por qué tu perro se arrastra y qué deberías hacer.
Puede parecer gracioso o extraño que tu perro se retuerza (hacer movimientos o gestos de dolor) sobre su trasero sobre la alfombra o el jardín. En realidad, ese arrastre es la forma que tiene un perro de tratar de aliviar algo que anda mal en esa parte. Eso podría significar picazón, irritación, dolor o problema. Muchas razones podrían ser responsables de que tu perro se mueva así, desde las levemente incómodas hasta las médicamente preocupantes. Informarte sobre las causas de los problemas te ayudará a lograr soluciones más directas.
Sacos anales obstruidos
Los perros tienen dos pequeños sacos anales en cada lado de su trasero que contienen un líquido desagradable y con olor a pescado que liberan cuando defecan. El líquido puede ser un biomarcador que ayuda a dejar una especie de «huella de excremento» para que otros perros la huelan.
Normalmente, la evacuación intestinal de tu perro hace que sus sacos anales se vacíen. Pero si no funcionan correctamente, el líquido podría acumularse. Las glándulas de los sacos tienden a inflamarse, volviendo sólido el líquido y dificultando su liberación. Cuando los sacos están continuamente llenos o no se vacían correctamente, puede ser doloroso e incluso infectarse.
Solución: Visita a tu veterinario si el problema parece ser grave. También se pueden recomendar ungüento antibiótico y compresas tibias (material absorbente para dar calor o frío).
«Si las glándulas anales de tu perro se ven muy agrandadas o tienen secreción de sangre, es momento de ver a tu veterinario», dice Sara Ochoa (médico veterinaria). “Si las glándulas anales están muy llenas, nosotros exprimimos manualmente. Cuando están infectados, los perros reciben una ronda de antibióticos y, a veces, analgésicos «.
Irritación de la piel por acicalamiento
Los perros que son acicalados con frecuencia, como los cocker spaniels y los caniches, pueden experimentar irritaciones y quemaduras por las tijeras de podar debido a los aerosoles, perfumes o productos de aseo que se les colocan debajo de la cola y alrededor del trasero.
Solución: Si tu perro se arrastra sobre el piso después de haber sido acicalado, comprueba si hay pequeños cortes y quemaduras de afeitar. Si le pica todo el cuerpo (incluso si se da vuelta sobre la espalda), puede deberse a un producto de aseo personal. Pídele al peluquero que cambie de producto o que traiga sus propios productos de baño a base de avena, para pieles sensibles, hipoalergénicos u orgánicos. Una compresa tibia es otra opción para ayudar a aliviar la irritación causada por el aseo.
Alergias a los alimentos
Las alergias o intolerancias alimentarias pueden ser las culpables de los problemas del saco anal de algunos perros. Si las evacuaciones intestinales blandas o acuosas no proporcionan la presión necesaria para vaciar los sacos correctamente, la causa puede ser la dieta. Una dieta con solo uno o dos tipos de proteínas, sin suficiente fibra, o una que contenga granos como maíz, avena, arroz, trigo o soja puede ser lo que esté afectando las heces y evitando que los sacos anales funcionen correctamente.
Solución: Hable con su veterinario sobre cómo hacer cambios en la dieta.
Con frecuencia se recomienda darle dieta BARF (alimentos crudos biológicamente apropiados) de nuestra marca Carnipets.
Trauma a los sacos anales
Su perro puede haber experimentado un trauma en sus sacos anales por un peluquero que exprimió manualmente las glándulas de forma innecesaria. Sin embargo, estos sacos son delicados y pueden dañarse por manipulación o apretón por exprimir de modo manual. Las glándulas pueden experimentar daño tisular e inflamarse, impidiendo que funcionen normalmente. El exprimir repetidamente puede dañar los sacos anales de tu perro. Es más, pueden perder el tono muscular necesario que les permite exprimir manualmente por sí mismos.
Solución: En el pasado, a los peluqueros se les enseñaba a exprimir manualmente los sacos anales como parte integral de los servicios de aseo de tu perro. Sin embargo, los perros rara vez necesitaban este servicio, ya que sus sacos anales fueron diseñados para funcionar bien por sí mismos.
Fuente: Adaptado de la web American Kennel Club.